martes, 3 de diciembre de 2013

Como la vida misma

Hola querido lector,

Hoy voy a comentar un tema muy tratado y del que me interesa mucho hablar: la vida.

La vida es aquella que se nos ha sido otorgada por dios, un alma o, simplemente, la unión de la evolución de una especie y su conciencia. Pero, ¿que significa para nosotros la vida? 

Para mucha gente, la vida es una grandísima oportunidad, es decir, nos permite conocer a personas con las que relacionarnos y formar lazos, ya sean de amistad o amorosos; nos permite tener proyectos, esperanzas y sueños para seguir adelante con esta pequeña farsa. Pero, finalmente, como a todos, llega un día en que morimos: perdemos la oportunidad de seguir adelante con nuestras ambiciones y deseos.

Aunque hayamos entablado una amistad con cientos de personas al final del corredor nos encontraremos solos con la muerte: cara a cara. En ese momento debe de sentirse un gran cóctel de emociones: estrés, pánico extremo, soledad y sobretodo, miedo a no volver a ver a las personas que más queremos. 

Pero ya es demasiado tarde, el momento ha llegado y no hay marcha atrás. 

Todo lo aprendido, todo lo escuchado, todo lo vivido desaparecerá de nuestra memoria y entraremos en un estado de "sueño permanente" en el cual no se podrá pensar ni realizar ninguna acción. Personalmente, eso me parece escalofriante.

Entonces, la gran pregunta que siempre causa caos es ¿la vida sirve realmente de algo? Si nos lo planteamos críticamente, la vida no tendría sentido pero por ese mismo motivo, por ser fugaz, impredecible y por todas esas historias que nos esperan por vivir nos quedamos a contemplarla y sentirla al máximo.

Hasta el último día.

Hasta nuestro último aliento.




No hay comentarios:

Publicar un comentario